La malva (Malva sylvestris) pertenece a la familia de las malváceas y es originaria del norte de África. Es una planta medicinal que tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud. Entre sus muchas propiedades, por ejemplo, es muy útil para combatir la tos y los resfriados, pero también sirve para regularizar las funciones normales del intestino.
Características generales de la planta

La planta de la malva tiene el aspecto de una masa arbustiva, con un tallo de 60-80 cm, leñoso en la base. Tiene hojas pecioladas con un margen dentado. La planta también produce hermosas flores, de color rosa-púrpura con vetas más oscuras. Es fácil de ver en prados, jardines o en lugares no cultivados de las llanuras y colinas, donde crece espontáneamente.
Las virtudes emolientes de la malva ya eran conocidas en el pasado y esta planta era apreciada y ampliamente utilizada precisamente por sus propiedades suavizantes. A este respecto, los estudiosos derivan su nombre de esta misma capacidad: “malva” deriva, de hecho, de la palabra latina “mollire”, es decir, “capaz de ablandar”.
Incluso los griegos utilizaban esta extraordinaria planta, que conocían con el nombre de “malachè”, es decir, capaz de “ablandar”. Además de sus propiedades medicinales, la malva también era un alimento para los pobres, que la comían cruda o hervida con sal y aceite, o la utilizaban para aromatizar sopas.
Propiedades y beneficios para la salud
La malva es bien conocida y ampliamente utilizada por sus propiedades curativas y beneficiosas. En particular, las hojas y las flores contienen mucílagos que confieren a la planta propiedades emolientes y antiinflamatorias, ideales para el bienestar de todo el organismo. Además es muy rica en diversos principios activos como flavonoides, aminoácidos, carotenoides, taninos, malvina, glucosa, pectina, vitaminas y minerales como el oxalato de calcio y el potasio. Recomendada para quienes padecen dolores osteoarticulares y para tratar inflamaciones urinarias y respiratorias, la malva también está indicada para aliviar los problemas de gastritis y los molestos ardores de estómago.
Entre otras, destaca su función cicatrizante, que es capaz de acelerar el proceso natural de curación de las heridas. Esta planta es también un excelente calmante, útil para eliminar todas las rojeces de la piel, las picaduras de insectos y diversas irritaciones. La malva también tiene capacidades hidratantes para que la piel esté más fresca y suave, pero también es un eficaz sedante que puede utilizarse para combatir los resfriados, la tos (especialmente la grasa), la garganta irritada y la inflamación de la cavidad bucal. La malva también se utiliza para calmar la ansiedad y la agitación, para desinfectar y limpiar las mucosas y la vaginitis.
Esta extraordinaria planta consigue desinflamar el colon y depurar el intestino: gracias a sus propiedades laxantes, consigue aliviar los problemas de estreñimiento y colitis. La malva nos ayuda a liberar el intestino de forma natural, sin irritarlo: por eso el uso de la planta está indicado también durante el embarazo y en niños y ancianos. Por último, la malva también puede utilizarse para tratar la conjuntivitis y el orzuelo, para combatir el sangrado de las encías y, si es necesario, también las aftas. También es muy útil para combatir la molesta cistitis, el reflujo gástrico, para prevenir la aparición de granos en la dermis, las quemaduras solares y las arrugas.
Los usos de la malva

Con la planta de malva se pueden preparar remedios naturales muy eficaces, utilizando las hojas, las flores y también las raíces de la planta. Las hojas, por ejemplo, deben recogerse durante el verano, de junio a septiembre, sin el tallo, y deben estar bien lavadas y secas. Una vez secadas, se guardan en recipientes de cristal colocados en un lugar seco y poco luminoso. Si, por el contrario, las hojas son frescas, pueden conservarse refrigeradas hasta tres días.
Las flores, por su parte, deben recogerse en octubre, mejor si acaban de florecer, y también en este caso es necesario secarlas en un lugar sombreado, y luego trasladarlas bajo cristal, protegidas de la luz solar.
Entre las recetas con esta planta a recomendar, proponemos una sencilla tisana de malva: hervir durante unos diez minutos 5 gramos de hojas en un recipiente con agua: luego filtrar y beber la tisana. La tisana de malva es excelente también para hacer abluciones y gárgaras o, de nuevo, utilizada como champú para combatir la sequedad y el embotamiento del cuero cabelludo.
También se puede preparar una tisana muy sabrosa y relajante con flores de malva: se hierve el agua en un cazo y, tras apagar el fuego, se vierten 2 gramos de flores en el agua. Dejar en infusión durante 10 minutos, filtrar y beber.
Otra bebida saludable es la que se prepara mezclando flores y hojas de malva: hervimos 5 gramos de flores y hojas secas en agua caliente, retiramos del fuego y dejamos todo en infusión durante al menos un cuarto de hora. Después de filtrarla, podemos beberla. Toccasana para la cistitis, sin embargo, es la tisana elaborada con malva, salvia y gayuba: las hojas de las plantas que acabamos de mencionar deben dejarse en infusión en agua hirviendo durante unos 10 minutos, tras los cuales se filtrará la bebida y se disfrutará de ella.
Es una buena costumbre, además, tomar la tisana de malva por la mañana temprano, por sus virtudes desinflamantes y para regular la actividad intestinal.
Con esta planta también se puede preparar un excelente ungüento para combatir la dermatitis, la piel seca y las arrugas: se toman 30 gramos de hojas y flores de malva, se pican y se añaden 40 gramos de mantequilla previamente ablandada, se mezclan y se tamizan bien. Una vez lista, la pomada debe colocarse en la nevera para que se conserve.
En algunas tradiciones gastronómicas, la malva se utiliza también para la preparación de platos típicos como risottos, sopas, albóndigas, raviolis, tortillas y para enriquecer las ensaladas.
De nuevo, las hojas crudas de la planta también pueden masticarse para curar dolores de muelas, úlceras bucales, hemorragias y enfermedades de las encías. Por último, la malva es un excelente remedio natural que se aplica incluso en las picaduras de insectos.
Contraindicaciones y efectos secundarios
La malva es un remedio natural muy utilizado también porque no presenta ninguna contraindicación particular obviamente si se toma en las dosis recomendadas. Muy adecuada para las mujeres embarazadas, la malva debe evitarse, sin embargo, en presencia de intolerancias particulares a algunos principios activos de la planta, como la malvina y la malvidina.